martes, 13 de marzo de 2007

5.- Spes

La caida fue de unos dos metros escasos y cai de pie. Me agache para internarme en el oscuro y estrecho pasadizo que se abria ante mi.
Todo estaba oscuro y no conseguia ver ni mis propias manos. El suelo y las paredes eran de tierra a medio cavar y pude notar como segun avanzaba se estrechaban cada vez mas cerrandome el paso. Por suerte para mi al llegar al fondo todo se ilumino. Dos pequeñas antorchas se encendieron permitiendome ver donde me encontraba. El pasillo parecia haber sido tapiado por un muro de tierra en lo que parecia un vano intento de esconder lo que se encontraba tras el. Clavada en el suelo habia una pala con una empuñadura brillante que tras una inspeccion mas a fondo resulto ser una espiral.
No estaba muy seguro de lo que estaba a punto de hacer pero aun asi agarre la pala e intente abrirme paso a traves del muro esparciendo la tierra por todo el tunel para no formar otro muro a mi espalda. Cada palada sobre la tierra hacia que las respuestas estuvieran cada vez mas cercanas, pero a su vez me encerraban en la pregunta. ¿Habia acaso una pregunta? Segui las señales sin preguntarme siquiera la verdadera razon por la que me encontraba ahi. ¿Buscaba algo o tan solo estaba siendo arrastrado por un desorden mental de mi hermano el perseguidor de la luna?
Buscaba esperanza, guardaba la ilusion de poder encontrar una solucion para poder volver a mi vida de antes, a los viejos tiempos, los buenos tiempos. No era capaz de recordar mucho sobre mi existencia anterior al cambio. Cuando fui un Nacido, cuando era feliz, antes de ser un... de ser lo que era.
Esa era una de mis respuestas, la respuesta al comienzo de mi viaje. Pero ahora tenia una respuesta ante mi y no pense en dejarla escapar.
Imprimi una fuerza sobrehumana en cada golpe haciendo que aquella estrecha madriguera temblase con las acometidas.
No habia derramado ni una misera gota de sudor, lo cual era normal teniendo en cuenta que no podia sudar, y ya habia cavado la distancia suficiente como para atisbar el espacio tras la pared. Harto de cavar cargue con fuerza contra la pared de unos escasos centimetros y la derrumbe sin mucho esfuerzo.
Camine unos pasos hacia una fulgorosa luz que me impedia ver con claridad cuando las antorchas tras de mi se apagaron.
Mis ojos se aclimataron lentamente a la luz dejando correr dos gelidas lagrimas por mis mejillas. Una minuscula jaula reposaba sobre un altar de oro y piedras preciosas. Tras los finos barrotes un hada con cara sonriente me miraba divertida.
- Hola, soy Spes. Soy la respuesta a tu pregunda.

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