4.- Deja vu

Me levante del suelo tambaleandome por el terrible dolor de cabeza y las extrañas visiones mientras buscaba a Charlie con una mirada, pero no estaba por ningun lado, era la primera vez que eso ocurria. El siempre estaba cerca cuando despertabamos, pero esta vez me encontraba perdido y solo, de nuevo. Charlie habia desaparecido pero no sin haberme dejado al menos un interesante regalo, unas pocas hojas mas de mescalabis depositadas en mi mano.
Algo curioso ocurria en necropolis, un nitido rayo de sol surcaba el aire hacia la parte mas profunda.
El dolor de cabeza habia ido remitiendo y ya estaba mucho mejor, asi que me dispuse a continuar mi busqueda de respuestas, no sin antes echar un poco de tierra sobre las ascuas de la fogata.
Segun me adentraba en la oscuridad guiado por la luz, las tumbas con lapidas iban dando paso a grandes estatuas e incluso algun mausoleo. Algunas estatuas equestres y una de un anacronico caballero con su armadura y todo llamaron mi atencion, aportaban al lugar un cariz aristocratico que me agradaba.
Mire las hojas que aun estaban en mi mano sin ningun motivo y decidi guardarlas a buen recaudo, incluso sin haber un motivo para ello, tal vez fueran utiles en el futuro.
Estaba atardeciendo y el rayo solar empezaba a tomar tonalidades rojizas, lo cual daba a la atmosfera del lugar un toque mas siniestro aun.
Llegue a un mausoleo donde el rayo golpeaba contra la puerta. Un pequeño edificio con una construccion diferente al resto del lugar, olvidaba la sobriedad y las formas tradicionales para dar lugar a una total falta de simetria, inscripciones en la roca que parecian arañadas en vez de talladas, curvas imposibles, belleza en estado puro, la mas eficaz recreacion de la pasion que jamas habia visto en edificio alguno.
Levante la mirada para descubrir que el mausoleo estaba coronado por un espejo que apuntaba a la puerta de entrada. El espejo no era ni de lejos mundano, irradiaba la sensacion de ser observado, me reflejaba en el espejo sabiendo que algo estaba mirandome desde el otro lado. Una sensacion que no hizo mas que acrecentar mi dolor de cabeza y mi paranoia.
En la puerta, justo donde el rayo era interceptado, habia una pequeña doble espiral enlazada en el huesudo dorso de una mano esqueletica. Una mano que no era mas que una minuscula parte de una figura mucho mas grande tallada en la puerta, una figura con una tunica y rostro oculto entre sombras, la tipica representacion grafica de la muerte.
Antes de hacer nada mas decidi echar un vistazo mas a fondo a las inscripciones.

"Busque respuestas hasta que encontre esperanza. Todos mis errores fueron sometidos al yugo del amor, pero aun asi, no consegui mas que encerrarme en mis propios sentimientos"

Desde que me desperte todo era vagamente familiar, una alienigena sensacion de deja vu que me perseguia.
Intente abrir la puerta empujandola pero no consegui moverla ni un milimetro.
Y de repente, la rojiza luz del sol dejo de estar ahi, se marcho sin despedirse y me kede sumido en la oscuridad.
Palpe la puerta a oscuras sin mucho exito, pero me di cuenta de que un leve brillo manaba de la espiral. Puse mi mano sobre ella y cedio sin dificultad haciendo que la puerta cediera y cayera hacia la parte interior, pero cual fue mi sorpresa al comprobar que el macizo de roca que hacia de puerta no dejo de caer donde deberia estar el suelo, sino que habia un agujero de su tamaño justo tras ella. Antes de que finalizara su vuelo alcance a ver como segun descendia la roca, algunas antorchas se encendieron con una intensidad cegadora.
Espere unos instantes a que mi vista se acostumbrara de nuevo a la luz y me dispuse a bajar, puesto que el resto de esa habitacion estaba vacio.
Conte hasta tres y con mas curiosidad que miedo salte sin mirar atras.